26 de mayo de 2015
¿Qué puede pasar, a partir de ahora, en la rentabilidad de los bonos españoles?
Consideremos que, en la última subasta, acorde con la tendencia registrada en el mercado secundario, se produjo un repunte en los tipos de interés a 10 años (hasta el 1,89% desde el 1,29% de la anterior subasta), aunque con una ratio de cobertura en la que, la demanda fue de 2,96 veces el saldo colocado por el Tesoro. En la situación actual el diferencial respecto al bono alemán (123 puntos básicos) se encuentra en un nivel significativamente bajo.
A partir de ahí, la tendencia más probable de las rentabilidades es al alza, a no ser que se entrase en una dinámica de retroceso en el crecimiento y en la inflación, tanto en España como en los países fundamentales de la Zona Euro. En estos últimos, la rentabilidad se sitúa en niveles extremadamente bajos.
Ahora bien, los programas de política monetaria desarrollados por el BCE están dirigidos a acercar la actual expectativa de inflación hacia su objetivo definido a medio/largo plazo, incidiendo al mismo tiempo en la actividad económica real y consolidando el crecimiento. Si estos programas tienen éxito, como parece estar siendo el caso, también la tendencia probable de las rentabilidades en los países centrales de la Eurozona será al alza.
Salvo episodios de volatilidad, mientras se mantengan dichos programas y, en general, continúe la actual laxitud en las políticas monetarias implementadas por otros bancos centrales fundamentales, así como se coordine suficientemente la divergencia que, a este respecto, supondrá la subida de tipos anunciada por la Reserva Federal, no deben producirse movimientos bruscos de subida en las rentabilidades porque, por otra parte, no cabe esperar movimientos bruscos de crecimiento económico o inflación.
¿Qué impediría una evolución suave y acompasada en la evolución al alza de las rentabilidades?
La incertidumbre política/geopolítica y el abandono de las medidas de reforma abordadas; la falta de liquidez en los mercados; algún desencadenante interno impulsado por la propia dinámica de los mercados -fuertemente posicionados en activos sobrevaluados y muy sensibles, por tanto, a cualquier señal de venta- o la falta de coordinación en las políticas monetarias desarrolladas por BCE y Reserva Federal, fundamentalmente. Esta coordinación es determinante en el escenario actual, definido por un mercado alcista de bonos, que se ha desarrollado a lo largo de los últimos 35 años, y con buena parte de los mercados bursátiles más relevantes en, o cercanos a máximos, aspectos que, en países como Estados Unidos, han generado a empresas y economías domésticas una substancial percepción de riqueza que podrían revertir, tanto más aceleradamente cuanto menos cuidadoso fuese el desmontaje de las medidas de política monetaria laxa, desarrolladas en los últimos años.
¿Qué fuerzas trabajan a favor de una subida acompasada en las rentabilidades?
La continuidad en los actuales programas de BCE; los actuales requerimientos regulatorios que impulsan la compra de activos que ponderan poco por riesgo; los actuales saldos netos negativos de vencimientos/emisiones y la necesidad de adquisición de dichos activos por parte de entidades poco sensibles al precio, como es el caso de las aseguradoras; o los actuales procesos de desaceleración económica o estancamiento registrados por las economías de países como China o los emergentes.